Reseñas

"Un Arcoíris Negro", de Los Contadores Auditores

Fechas: 11, 12 y 13 de abril.

Lugar: Teatro Mori

La popular obra del dúo Los Contadores Auditores, conformado por los diseñadores teatrales Felipe Olivares y Juan Andrés Rivera, tuvo sus últimas funciones en Santiago durante el fin de semana del 11 al 13 de abril en el Teatro Mori, tras una destacada participación en el Festival Internacional Teatro a Mil 2025. Estas funciones marcaron el cierre de su temporada en la capital, antes de dar inicio a una esperada gira por distintas regiones del país.

“Un Arcoíris Negro” es un viaje performático que explora los múltiples matices de lo que significa ser parte de la comunidad LGBTQIANB*. “El amor es amor”, pero… ¿realmente basta con esa consigna?

La obra presenta a ocho personajes LGBTQIANB* rebeldes, estridentes y revolucionarios como vía para criticar y abrir conversaciones sobre una realidad incómoda: las contradicciones y violencias que existen dentro del mismo colectivo. Desde un manual lésbico para detectar “red flags” hasta policías con detector de queerness, se visibilizan prácticas como el micromachismo, la misoginia y el transodio.

Es una propuesta introspectiva que desencadena una montaña rusa de emociones y acierta al usar el humor irónico y la teatralidad como recurso, convirtiendo la experiencia en algo reflexivo pero accesible. A través de una sátira inteligente, aborda las complejidades y estereotipos a las que el colectivo se enfrenta a diario. Y funciona, precisamente, porque permite al público reírse de sí mismo y enfrentarse a incomodidades sin sentirse excluido, ya que toca fibras reales: es una vivencia que resuena en quienes habitamos (o acompañamos) a estas diversidades sexuales y/o de género.

Esta puesta en escena nos invita a mirar más allá del estandarte multicolor que representa al colectivo, desmontando los discursos hegemónicos del “pride” usando el humor y la danza como lenguajes principales para cuestionar —con energía— aquellos estereotipos victimizantes que a veces pesan sobre las comunidades LGBTQIANB*. Porque sí: el amor es amor, pero también necesita deconstrucción.